PRESIDENTE ELECTO PETRO YA ANUNCIÓ A SU MINISTRA DE CULTURA

Patricia Ariza estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia de 1967 a 1969 y es Doctora honoris Causa del Instituto Superior de Arte de Cuba.

Julio 5 del 2022

El Presidente electo Gustavo Petro ya anunció quin será su Ministra de Cultura. Será la poetisa y dramaturga Patricia Ariza, actual coordinadora del empalme con el Ministerio de Cultura y exintegrante - fundadora del partido Unión Patriótica.

“Un estallido de cultura en toda Colombia para la Paz y la convivencia. Una cultura para la identidad para dinamizar la colombianidad diversa”, manifestó Petro en redes sociales.

Patricia Ariza nació el 27 de enero del año 1946 en Vélez, Santander, estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia de 1967 a 1969 y es Doctora honoris Causa del Instituto Superior de Arte de Cuba.

En 1966, fundó el Teatro La Candelaria junto a Santiago García y otros artistas. También fue miembro fundador del Partido Unión Patriótica, lo que le acarrió señalamientos, amenazas y atentados contra su vida. Pero, en vez de amilanarse, se volcó hacia el arte como una forma de transformar la realidad. Sus obras buscaron sensibilizar a los colombianos para que no olvidemos nunca el país en el que vivimos y el papel fundamental que cumplimos para curar la Colombia desgarrada.

El teatro se convirtió en el canal por excelencia para llevar a escuelas, barrios, veredas, calle y cuanto espacio pudiera apropiar con la magia del arte, mensajes de oposición a la violencia institucionalizada, dignificación a las víctimas y siempre como propuesta la reconciliación y la paz.

El periodista Daniel Coronell recordó que el famoso escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano le dedicó un poema titulado "Mujeres" a la que hoy es Ministra designada del Gobierno Petro, Patricia Ariza.

Mujeres (Fragmento)

"Cuando el telón caía, al fin de cada noche, Patricia Ariza, marcada para morir, cerraba los ojos. En silencio agradecía los aplausos del público y también agradecía otro día de vida burlado a la muerte.
Patricia estaba en la lista de los condenados, por pensar en rojo y en rojo vivir; y las sentencias se iban cumpliendo, implacablemente, una tras otra.
Hasta sin casa quedó. Una bomba podía volar el edificio: los vecinos, obedientes a la ley del miedo, le exigieron que se fuera.
Ella andaba con chaleco antibalas por las calles de Bogotá. No había más remedio; pero el chaleco era triste y feo. Un día, Patricia le cosió unas cuantas lentejuelas, y otro día le bordó unas flores de colores, flores bajando como en lluvia sobre los pechos, y así el chaleco fue por ella alegrado y alindado, y mal que bien pudo acostumbrarse a llevarlo siempre puesto, y ya ni en el escenario se lo sacaba.
Cuando Patricia viajó fuera de Colombia, para actuar en teatros europeos, ofreció su chaleco antibalas a un campesino llamado Julio Cañón.
A Julio Cañón, alcalde del pueblo de Vistahermosa, ya le habían matado a toda la familia, a modo de advertencia, pero él se negó a usar ese chaleco florido".